- Dejá un poco de dinero en tu billetera
Tu presupuesto de casamiento debe seguir esta fórmula: 50 por ciento del presupuesto total a la recepción; 10 por ciento para las flores; 10 por ciento para la vestimenta; 10 por ciento para entretenimiento/música; 12 por ciento para la foto/el vídeo; 3 por ciento para las invitaciones; 3 por ciento para los regalos; y 8 por ciento para artículos como un coordinador de bodas. Es esencial asignar un 5 a 10 por ciento extra de tu dinero para gastos sorpresa, como la impresión de invitaciones adicionales por errores, necesidades de sastrería adicional, paraguas para un día lluvioso, etc.
- No tengas miedo de preguntar
Tus planificadores deben ser los expertos más confiables durante el proceso de planificación. Al trabajar con ellos, tenes que sentirte libre para explorar realmente lo que buscas. La conclusión es que puedas tener una conversación honesta con ellos sobre lo que queres para tu día.
- Espera el momento adecuado
A veces, la planificación de última hora puede funcionar a tu favor. Cuanto más cerca de tu fecha, más poder de negociación tienes. Ya que la mayoría de las personas reservan sus salones de casamiento por lo menos seis meses de antelación. Si buscas dos meses antes, podés llegar a ahorrar hasta un 25 por ciento. Los viernes y domingos te puede llegar a costar cerca de un 30 por ciento menos que las bodas de sábado.
- Prepararse para el rechazo
Es importante tener en cuenta que por regla general, alrededor del 10 al 20 por ciento de las personas que invites no asistirán. Naturalmente, esto depende de la ubicación de tu casamiento, cuántos viven muy lejos, y el momento del evento.
- Tener en cuenta a los niños
Hay cuatro opciones con respecto a los niños: recibirlos con los brazos abiertos; tener un casamiento “solo para adultos”; incluir sólo los familiares inmediatos; o, contratar un servicio de cuidado de niños para guardería. Para evitar los sentimientos heridos, es prudente evitar que algunas familias traigan niños mientras se excluyen a otros.
- Priorizar a tu gente
Coloque la familia inmediata, la fiesta nupcial y los mejores amigos en la parte superior de la lista; siga con tías, tíos, primos y amigos íntimos que no te pueden faltar. Debajo de eso, enumera los amigos de tus padres, vecinos, compañeros de trabajo y así sucesivamente. Si necesitas hacer algunos cortes, comenzá desde abajo hasta alcanzar tu número ideal.
- Tómalo un paso a la vez
Organizar un calendario de planificación de la boda y hacer las cosas uno por uno, en un orden lógico, por lo que no se toman demasiado rápido y terminan con la bola de nieve de problemas a tu alrededor. No contrates a ningún planificador antes de confirmar tu fecha; no diseñes tu torta antes de haber imaginado tus flores; y no reserves una banda antes de instalarte en un espacio.
- Salas de estreno
Tan pronto como hayas elegido una fecha, empezá a buscar hoteles en una amplia gama de precios. Muchos hoteles te permiten reservar habitaciones para huéspedes en bloque especial de boda y una tarifa reducida. Si los hoteles con los que te contactas insisten en contratos con penalizaciones por cancelación, simplemente decí que no — no quieres ser responsable de las habitaciones que no puedes llenar.
